Kos tiene una buena cantidad de playas estupendas, pero Paradise Beach, en el sur, las supera a todas. Con sus aguas cristalinas y su fina arena dorada es fácil entender cómo se ganó su nombre. Pase un día relajándose bajo el sol, sumérjase en las aguas poco profundas o, si se siente valiente, pruebe uno de los deportes acuáticos opcionales.
Un gran día para toda la familia: esta playa realmente lo tiene todo. Y si solo quieres relajarte, nada en las aguas poco profundas y observa las burbujas volcánicas que se elevan desde el fondo del mar creando un jacuzzi natural. O, para los más aventureros, practiquen los deportes acuáticos. Podrás practicar wakeboard, dar una vuelta en moto de agua o reírte intentando quedarte en una neumática remolcada.
Lo dejarán a media mañana para que pueda pasar la tarde en su propio paraíso antes de regresar a sus hoteles.