Sigue a tu guía privado y escucha lo que cuentan las antiguas rocas y, si tienes hijos, el guía encontrará las palabras adecuadas para atraer su atención. El Monte Saint-Michel se remonta probablemente al año 708, cuando el Arcángel Miguel hizo su aparición y ordenó la construcción de un monasterio en lo más alto de esta isla puntiaguda, según cuenta la leyenda. Durante siglos, la isla era una fortaleza estratégica para los bretones y los franceses, ni siquiera conquistada por los ingleses durante la Guerra de los Cien Años. El Monte Saint-Michel fue construido en una roca fuerte que mide 84 metros de altura. Es de granito puro y tan duro que ha resistido el paso del tiempo. Su construcción ha cambiado muchas veces a través de los siglos. Desde la Edad Media hasta el siglo XIX, los estilos arquitectónicos religiosos y militares se han combinado para hacerla único, tanto que algunos incluso la consideran la Octava Maravilla del mundo.
Caminarás desde la entrada del pueblo medieval hasta la famosa abadía. En el camino, el guía os contará historias y anécdotas fascinantes. Al pasar por esas calles medievales, sentiréis que estáis viajando atrás en el tiempo.
Veréis unas mazmorras que os darán una sensación de misterio, especialmente cuando sabes que también se utilizó como prisión. El recorrido terminará con una increíble visita a la abadía. Sin duda, el Monte Saint-Michel es uno de los lugares más interesantes que se pueden descubrir y visitar.
Esta excursión incluye la entrada y visita a la abadía.