Los restos del estadio de Domiciano (Patrimonio de la Humanidad) se encuentran debajo de la plaza Navona, a unos 5 metros bajo tierra. Esta área arqueológica es lo que queda del primer y único estadio de mampostería conocido de la historia romana.
El estadio fue encargado por el emperador Tito en el año 80 d. C. (el mismo año en que se completó el Coliseo). Hoy en día, el estadio, que un día fue el lugar del ocio romano, se encuentra debajo de una ciudad moderna. Sin duda, vale la pena escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad para visitarlo.
Visitarás el sitio a tu propio ritmo y podrás entrar a cualquier hora dentro del horario de apertura, sin perderte las historias que esconde el estadio. La audioguía incluida con la entrada (para niños también), paneles ilustrados, fotos inéditas y vídeos (también en 3D) cuentan las historias del estadio, de la plaza, de los deportes en la Antigua Roma y de algunos de los principales monumentos de la ciudad.