El Salar de Atacama es el más grande de Chile, con más de 3.000 metros cuadrados. Es el lugar perfecto para avistar flamencos rosados y patos tagua. El vasto paisaje del Salar y la Cordillera de los Andes es el escenario perfecto para un baño vespertino de 30 minutos, que es sin duda el principal atractivo del efecto flotante debido a la alta concentración de sal.
Luego, visitarás los Ojos del Salar, dos lagos con menos salinidad en su agua, utilizados por los visitantes para deshacerse de la sal del baño anterior. Estas lagunas son un atractivo por la formación geológica.
Finalmente, viajará a la Laguna de Tebenquiche y disfrutará de la encantadora puesta de sol y los coloridos reflejos de las montañas en el agua.